miércoles, 16 de enero de 2013

Jeanne Hébuterne - Amedeo Modigliani




De Modigliani, del bello "Modi" como le llamaban sus amigos parisinos, se decía que pintaba a las mujeres para poseerlas durante el trance místico de la plasmación.

Muchas fueron las mujeres que le amaron, algunas hasta la locura, aunque él, seguramente, no amó a ninguna. Todas aquellas mujeres que pasaron por la corta vida de Modigliani quedaron inmortalizadas en sus bellos y originales retratos o dibujos realizados todos ellos en un estilo distinto a lo conocido y que le convertirían en un pintor inconfundible. 

Modigliani era, aparte de un hombre bello, una persona culta y con un cierto aire de distinción. Dentro de su perpetua pobreza y de su bohemia vida, mantenía un aire de elegancia. Normalmente ataviado con su sombrero de ala ancha, su oscura chaqueta de terciopelo y un pañuelo rojo al cuello, de él llegó a decir Picasso que era el único "tipo" en París que sabía vestirse. Todos esos detalles gustaban a las mujeres que le conocieron a pesar de su manifiesto alcoholismo y su afición a las drogas que le convertían en determinados momentos en un individuo totalmente desequilibrado.

De Modi llegaría a decir la poetisa rusa Anna Ajmatova años después de la muerte del pintor que: "Él no se parecía, en absoluto, a nadie en este mundo. Su voz se ha quedado, de alguna manera, grabada en mi memoria para siempre". Anna Ajmatova se enamoraría de él en el verano de 1911 mientras visitaba París con su marido, el poeta ruso Nicolai Gumilev, y volvería a París en secreto en dos ocasiones para visitar a Modigliani

No necesitó tanto la pintora galesa Nina Hamnett recién llegada a París en 1914 cuando en el café "La Rotonde", el hombre que ocupaba la mesa de al lado se le presentó sonriente como: "Modigliani, pintor y judío". Horas después compartían casa y cama en el promiscuo y destartalado "La Ruche"

Con Beatrice Hastings la relación duró casi dos años, hasta 1916, en que esta se volvió imposible. Beatrice, una periodista londinense criada en Sudafrica y que había tomado la dirección en París del diario "The New Age", era una adicta a los hombres y al alcohol, dos aficiones que chocaban simétricamente con las de Modi. Cuando todo estalló demasiado, Modigliani estuvo a punto de matarla lanzándola contra una vitrina. De él escribiría más adelante que: "Era un cerdo y una perla, hachis y brandy, ferocidad y glotonería." 

El puesto de Beatrice lo cubriría durante un año una estudiante canadiense llamada Simone Thiroux con la que Modigliani mantendría una corta relación que se ha llamado su relación secreta y de la que nacería un niño al que él nunca reconocería y que al morir su madre en 1921 sería adoptado por una familia francesa. 

Todas estas mujeres y algunas más tuvieron un peso importante en la vida de Modigliani y de todas ellas dejó su testimonio pictórico pero, la que más tiempo vivió con él y le acompañó hasta su muerte fue Jeanne Hébuterne, la mujer que aparece en el cuadro que hoy revisamos. 

A Jeanne Hébuterne, una joven estudiante de Bellas Artes en la prestigiosa Academia Pollarosi de Paris, la conocería Modigliani en 1917 a través de una amiga común, la escultora Chana Orloff, la cual acudía regularmente a esta academia para trabajar con modelos en vivo. Pronto surgiría el flechazo entre ambos y Jeanne marcharía a vivir con Modi a un estudio que alquilarían en la rue de la Grande-Chaumière, en pleno Montparnasse. La oposición de los padres de Jeanne a aquella relación con un hombre quince años mayor que ella, pobre y minado por la tuberculosis, el alcohol y las drogas, no conseguiría apartarla de él. 

En los cerca de tres años que vivieron juntos, Modigliani retrató a Jeanne en más de veinte lienzos uno de los cuales es el que hoy vemos y en el que la pinta en su estudio de Montparnase, sentada en un sofá y con su brazo izquierdo apoyado sobre el respaldo del mismo y vestida con una amplia camisa clara que disimula el estado de buena esperanza en que Jeanne se encontraba cuando Modigliani realizó este lienzo en 1919. La pareja ya tenía otra hija, Jeanne, nacida un año antes y a la que Modigliani había reconocido. 

Su segundo hijo nunca llegaría a nacer. Unos meses más tarde, el 24 de enero de 1920, Modigliani moría con solo 36 años en el Hospital de la Charité de París a consecuencia de una meningitis tuberculosa y Jeanne Hebuterne se suicidaba al día siguiente lanzándose al vacío desde una ventana de la casa de sus padres.

Este cuadro pasó a manos del marchante, amigo y protector de Modigliani, el polaco Léopold Zborowski que lo vendería unos años después siendo adjudicado por 30.000 francos en 1937 en una de las famosas subastas del Hotel Drouot de París. En 1956 pasó a ser propiedad del Metropolitan Museum of Art de Nueva York por donación de sus anteriores propietarios.

Puedes ver un bello vídeo basado en la obra y la vida de Modigliani pulsando aquí.

27 comentarios:

  1. Ya te echaba de menos y has tenido una entrada gloriosa con el gran Modigliani.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, yo también te echaba de menos. Me alegra que te haya gustado este pequeño relato sobre el gram Modigliani.

      Un saludo.

      Eliminar
  2. Estupendísima entrada, emocional y triste a la vez. Siempre me ha gustado mucho Modigliani, el suicidio de Jeanne Hebuterne hace mucho pensar.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es conmovedora la vida de estos dos personajes. El suicidio de Jeanne es seguramente el final trágico de una dependencia, no del dolor por la ausencia.

      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Hola, me gustaría encontrar una pintura de Amadeo modigliany, por favor si alguien sabe donde puedo encontrarlo, que se dirijan a este correo, cocpyo916 @gmail.com
      Busco la pintura de jeanne embarazada con un vestido largo azul celeste y lo mas importante es que esta pintura tiene los ojos perfectos jeanne, esta de pie y el vestido resalta mucho por el color tan vivo azul , gracias

      Eliminar
  3. Me gustan las mujeres de Modigliani, ese aire lánguico, estilizado y casi bizantino que les da, pero en cierta medida, tremendamente sensuales, a la vez que pensativas. Este lienzo de Jeanne Hebuterne es de los mejores del pintor, un hombre refinado y que conocía bien el lado femenino. Estupenda entrada, querido amigo. Un saludo cordial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo contigo. Gracias por tus visitas y comentarios. Un cordial saludo.

      Eliminar
  4. Ooooooooh…qué terrible historia!
    Pero me alegra releerte y descubrir historias detrás de cada cuadro.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Una gran presentación, de ese cuadro
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Espléndida publicación, amigo elpresley. La documentación es perfecta y meticulosa. El hecho que nos suma en tristeza no desmerece un ápice a la pluma de quien expresa con la soltura que lo hace un estudio de tan alto rango, Mis felicitaciones.

    Un abrazo, amigo elpresley.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Antonio. Tus comentarios siempre son exagerados. En cualquier caso, gracias por tus visitas y tus siempre amables comentarios.

      Un abrazo.

      Eliminar
  7. ¡Qué pena! Conocía la historia pero me ha vuelto a dar pena. Como siempre, muy bien narrado, el presley!

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que esta historia la conoce casi todo el mundo. Se han escrito miles de libros y se ha hecho más de una película sobre la vida de este pintor. Gracias y un abrazo.

      Eliminar
  8. Menudo curriculum amoroso el de "Modi", claro que si era tan elegante y tenía esa presencia tan irresistible, creo que yo misma me habría enamorado de él. Apasionante la historia que nos cuentas, sin duda.
    Siempre me ha gustado mucho Modigliani, su estilo inconfundible. La estilización, esos cuellos de cisne lánguido, las miradas, el colorido, el tratamiento de la pincelada....
    Yo creo que este pintor es de esos que gusta a la mayoría del público.

    Gracias, como siempre, por esta apasionante historia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, la verdad es que era un ligón pero también un amante maldito porque casi todas las mujeres que lo amaron murieron jóvenes o de forma violenta.

      Pará mí es un pintor genial y sobre todo único. No hay ninguno con un estilo igual o parecido aunque haya sido el pintor más falsificado.

      Gracias a tí por pasar y por tus siempre agradables comentarios. Un abrazo.

      Eliminar
    2. Es verdad, hay montones de falsificaciones de este pintor, la verdad que pintar sus obras resulta muy fácil para quien sepa pintar, pero lo importante es tener cuidado y no ser engañado por sus falsificacciones

      Eliminar
    3. Incluso el mismo picasso lo decía, modi es el hombre que mejor viste de PARIS, la verdad que herá un pícaro de cuidado, a mi me encantan sus hobras

      Eliminar
  9. Magnifica entrada,tan bien narrada que engancha de principio a fin.
    Siempre es un placer leerte
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro por el enganchón. Gracias por tu comentario. Un cordial saludo.

      Eliminar
  10. ohh god i lova art soo much..its a pleasure to see friends make something like this...the colours the woman..THE STORY!!did you read MOdegliani??????Hislife?loves?passions??Thank you for this ,,long time no see such a besauty!!Namaste!!PEACE!!LOVE!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Anita. Algo he leido de la vida de Modigliani, no todo lo que quisiera. Me alegra saber que te gustó este relato. Y sí ¡PEACE y LOVE!. Un abrazo.

      Eliminar
  11. El retrato que nos haces con palabras de la vida de Modigliani es brutal. Su relación con las mujeres era prácticamente venenosa para ambos y la línea entre sexo, violencia y alcohol siempre se traspasaba con facilidad. Por eso impresiona el que pinte a sus musas, protagonistas ineludibles de sus lienzos, alargadas, estiradas con ese aire de espiritualidad y distinción sin alejarse del primitivismo. En su estilo se perciben los ecos de Parmigianino y de El Greco, a la vez que se produce la fusión con el origen del arte. Los rostros de sus musas se asemjan a las máscaras africanas, las mismas que utilizó Picasso en "Las señoritas de Avñón".
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Decía Molina Foix hablando de Modigliani que "Los malditos suelen gustar pasado un tiempo prudencial, que incluye su muerte" y esto es así con este hombre. Lo que ahora vemos como un serial sería el espanto en su día.

      Perfecta la descripción que haces de su obra a caballo entre una nueva modernidad y el arte primitivo. Un cordial saludo.

      Eliminar
  12. QUE PAREJA DE AMANTES, ÚNICOS, UNIDOS HASTA EL FINAL DE SUS VIDAS, ARRASTRADOS EN UN TORBELLINO DE PASIÓN, ALCOHOL, DROGAS, LUJURIA, ARTE Y ENTERRADOS UNO AL LADO DEL OTRO PARA QUE SIGAN UNIDOS EN LA ETERNIDAD.

    ResponderEliminar