martes, 26 de julio de 2011

Benefits Supervisor Sleeping - Lucian Freud


El pasado 21 de julio moría en Londres a los ochenta y ocho años de edad el pintor alemán Lucian Freud.

Nieto de Sigmund Freud, era el pintor vivo más cotizado del planeta siendo gracias a su actividad pictórica, solo interrumpida por la muerte, un pintor multimillonario cuya herencia se disputarán sus numerosos hijos reconocidos y seguramente los no reconocidos, los cuales se estima que superan a los primeros.

Considerado el mejor pintor realista de la segunda mitad del siglo XX, es famoso por sus desnudos en los que, al igual que en los de su amigo Francis Bacon, la carne desborda el lienzo y parece ofertarse como género de carnicería con la diferencia de que, el carnicero Bacon nos ofrece una carne púrpura, sangrante y como diseccionada tras una autopsia y Lucian Freud nos la muestra cicatrizada, casi en proceso de regeneración o de crecimiento en placas.

Hombre apasionado, entregado a su arte y a lo que la vida le ofreciese, participó de esta con su tremenda vitalidad, la misma que se refleja en sus cuadros. La bebida, el juego, las mujeres y la pintura fueron sus grandes pasiones a lo largo de su vida siendo la pintura la que realmente mantendría con la misma intensidad hasta el final.

"Benefits Supervisor Sleeping" fue pintado en 1995 y es tal vez su obra más famosa debido a que en una subasta de Christie’s celebrada en el 2008 en Nueva York esta obra alcanzó la cifra de 33,6 millones de dólares, cifra récord para una obra de un artista vivo.

En este cuadro se ve a una gruesa mujer llamada Sue Tilley que dormita acostada sobre un destartalado sofá de flores que parece contener a duras penas la carne desbordante que mana de su vientre y de sus pechos. Su brazo izquierdo aferrado al respaldo del sofá acrecienta esa sensación de inestabilidad produciendo una especie de intranquilidad en el espectador que presagia la inminente caída de la durmiente. 

Sue Tilley era, cuando Lucian Freud la pintó, una joven trabajadora empleada en el Departamento de Trabajo y Pensiones inglés en el West End de Londres que alternaba sus jornadas de trabajo con la diversión y la música que le ofrecían las noches de "Taboo" la famosa discoteca de Leicester Square. Allí había conocido en la década de los ochenta a Leigh Bowery un artista australiano y personaje destacado como cantante, modelo, diseñador excentrico, animador y relaciones públicas del club e individuo que se codeaba con personajes del mundo de la moda y el arte de la talla de John Galiano, Alexander Mc Quenn, Boy George y el propio Lucian Freud el cual le retrataría en una serie de desnudos entre los años 80 y 90.

Fue el propio Leigh Bowery, conocedor de los gustos de Lucian Freud por las formas rotundas, el que le presentó a Sue Tilley proponiéndole el pintor que posase para él. Sue Tilley fue modelo de Freud durante más de cuatro años en la década de los noventa quedando inmortalizada en varios retratos. En el que hoy vemos, la propia Sue cuenta que posó durante nueve meses en agotadoras sesiones diarias, varias veces a la semana. Como toda la obra de Freud la gestación fue lenta, rascando lo pintado y volviendo a repintar, añadiendo carne a la carne en una especie de proceso progresivo de trasplantes realizados a base de golpe de espátula.

Cuando en el 2008 el cuadro fué adquirido en la subasta de Christie’s por el magnate ruso Roman Abramovic, Sue comentó en una entrevista de la BBC que: "Yo nunca imaginé que un día uno de mis cuadros sería el más caro del mundo pero se ha convertido en una especie de imagen icónica. Es muy emocionante y como yo no tengo hijos es maravilloso pensar que un poco de mí va a durar para siempre".

Con motivo de la muerte de Freud, Sue decía hace unos días en otra entrevista de la BBC que "Aunque no éramos grandes amigos y no nos habíamos visto desde hace mucho tiempo, me siento como si una parte de mi vida se haya ido con él."

Sue, sigue trabajando en Londres como directora del Departamento de Trabajo y Pensiones y hace unos meses publicó una biografía de su amigo Leigh Bowery titulada "Leigh Bovery: la vida y obra de un icono".

Más obra de este pintor se puede ver en este video homenaje a Lucien Freud.

martes, 19 de julio de 2011

Agostina Segatori sentada en el Café du Tambourin - Vincent van Gogh


Vincent Van Gogh estuvo una temporada en París entre 1886 y principios de 1888 antes de marchar a Arlés donde pasaría prácticamente los dos últimos años de su vida.

Durante su estancia parisina, Vincent se alojó en el barrio de Montmartre, en un apartamento cercano al Boulevard de Clichy y que compartiría con su hermano Theo.

Allí, en el nº 62 del Boulevard de Clichy, existía un café-cabaret llamado el Café du Tambourin (El cafe de La Pandereta) regentado por una italiana llamada Agostina Segatori y que se convertiría en lugar de reunión de Vincent con los pintores que vivían en sus proximidades como eran Gauguin, Lautrec y Norbert Goeneutte y con otros tales como Paul Signac Émile Bernard, Pierre Seurat, Pisarro y Paul Cezanne.

Agostina Segatori había llegado a París en la década de los 60/70 de la mano del pintor Jean Baptiste Corot que la había descubierto como modelo durante un viaje suyo a Italia convirtiéndose poco después en modelo favorita de pintores como Jean-Léon Gérôme, Edouard Manet, Edgar Degas y Edouard Dantan entre otros. Con el dinero que fue ahorrando como modelo había abierto en 1885 un cabaret en la calle Richelieu para trasladarse ese mismo año al Boulevar de Clichy y abrir allí el Café du Tambourin.

El local, decorado con la ayuda de sus muchos amigos pintores como Gauguin, Goeneutte, Lautrec y Nemo que habían pintado las mesas y sillas diseñadas en forma de pandereta con hojas, flores y frutos se convirtió pronto en lugar de cita de la bohemia artística del barrio y al parecer, también, en el de gentes de los bajos fondos que utilizaban el local como centro de reunión para preparar sus fechorías y que arrojarían una mala reputación al local.

La Segatori y una joven camarera, ataviadas con trajes regionales de la Ciociaria, lugar del que era oriunda Agostina, recibían y atendían a sus clientes entre los que pronto figuraría como habitual Vincent Van Gogh y del que se sabe que llegó a tener una relación sentimental con La Segatori y también una relación de dependencia alimentaria pues su comida en el Tambourin quedó asegurada a cambio de un número de telas al mes que iban pasando a manos de Agostina.

El Tambourin también fue lugar de exposiciones. Van Gogh realizó una exposición colectiva en 1887 con Èmile Bernard, Paul Gauguin y Toulouse-Lautrec en dicho local pero la exposición fue un fracaso y además terminó con una reyerta en la que Vincent resultó herido por un individuo que se cree, era el nuevo amante de La Segatori y que supuso también el final de la breve relación sentimental entre ambos.

El local fue cerrado y embargado unos meses después y toda la produción pictórica colgada en sus paredes fue tasada junto con el resto del local a un precio ridículo.

Van Gogh pintó a Agostina Segatori en al menos dos ocasiones en 1877, una en el cuadro que hoy visitamos y en otro titulado "La italiana" en la que aparece sentada en una silla con dos claveles en una de sus manos y ataviada con su traje regional de La Ciociaria.

En el del Cafe du Tambourin, Agostina fuma sentada en una de las "mesas pandereta" del local mientras bebe su segunda cerveza a juzgar por el numero de platillos que hay debajo de la jarra. En la pared se adivinan unas estampas japonesas a las que tan aficionado era Van Gogh y de las que también se llegó a realizar una exposición en el Tambourin.

Agostina Segatori murió en 1910 en su casa de la Place du Tertre, en pleno Montmartre, llevándose con ella los secretos de su corta relación con aquel loco genial que fue Vincent Van Gogh.

Este cuadro se puede contemplar en el Van Gogh Museum de Amsterdam.

Más información sobre esta obra en este video.

viernes, 15 de julio de 2011

Retrato de Sonia Klamery - Hermenegildo Anglada-Camarasa


"Pavos reales azules, con su cola de fuego, legumbres líricas que herborizan entre los árboles, rosas blancas del tamaño de lo monstruoso y guirnaldas desconocidas como collares flojos en el cuerpo de la noche. La bella lleva el pelo en caracolillos sobre la frente, la ropa en una envoltura de objetos, miniaturas y colores, y ha hecho su hamaca de pájaros rayados y flores violeta. La bella lleva los hombros desnudos, los brazos y el torso blancos como la noche, tomados de luz de luna, y los ojos grandes, excesivos, ojos nocturnos que iluminan una nariz breve y una boca roja. La bella es Sonia de Klamery, condesa de Pradère".

Así describía este cuadro el ilustre Francisco Umbral, allá por el 2003, en uno de sus articulos literarios dedicados al pintor catalán Anglada-Camarasa.

¿Quién era esta bella de los hombros desnudos, a la que tan poéticamente describe Umbral.? 

No lo sé. Umbral no nos cuenta nada más sobre ella y yo no encontré más datos sobre su vida para poder incluirlos en esta entrada a excepción de que ostentaba el título de Condesa de Pradere y que Anglada Camarasa la pintó en al menos dos lienzos, en este y en otro en el que aparece de pie tocada con un mantón negro con flecos que la cubre desde la cabeza, estando situada también en un romántico jardín donde floridas enredaderas trepan por los árboles.

Seguramente, a Sonia Klamery la conocería en su época parisina, tal vez en su estudio de Montmartre, estudio que no abandonaría hasta 1914, un año después de pintado el cuadro que hoy comentamos.

Anglada Camarasa pasará por el impresionismo, el modernismo y el fauvismo y en este cuadro se nota fuertemente la influencia del movimiento de la Secesión Vienesa y en especial de Gustav Klimt del que fagocitará su colorista retrato de Adele Bloch-Bauer (ver aquí) en plena ebullición fauvista para trasladarlo a su Sonia de Klamery.

Anglada Camarasa fue el gran pintor olvidado. Instalado en su estudio de Pollensa desde 1914 se dedica a pintar paisajes y bodegones pasando la guerra civil española oculto en Monserrat y la Segunda Guerra Mundial en Pouges-les-Eaux (Francia) muriendo en 1959 en Pollensa.

La valía y el reconocimiento mundial de Anglada-Camarasa aumentan cada día que pasa poniendo de relieve su categoría como pintor. Su retrato de Sonia Klamery (echada), considerado una de sus mejores obras, se conserva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Desde las paredes de este museo, Sonia, vestida con su elegante y colorista traje largo y tocada con sus sensuales medias de seda y sus zapatos de tacón, nos mirará siempre seductoramente. Como escribía Umbral: "La condesa de Pradère puede dormir, blanca y hermosa, en su árbol de suaves collares naturales como en el seno de un árbol macho, intenso, que la protege y le da sombra de luna".

Puede ver más obra de Anglada-Camarasa en este vídeo.