miércoles, 2 de marzo de 2011

Portrait of Adele Bloch-Bauer II - Gustav Klimt


Como comentábamos ayer, Adele Bloch-Bauer no quedó satisfecha con el retrato que Klimt le había hecho y le pidió un nuevo retrato que este pintaría cinco años después y recién llegado a Viena tras un largo viaje por Europa en el que visitó París, Florencia, RomaBruselas, Londres y Madrid y en él que se interesó por la obra de Lautrec, Van Gogh, Gauguin y Munch, así como por la de los fauvistas encabezados por Matisse.

La influencia de ese viaje es decisiva en el cambio de estilo en la pintura de Klimt que abandona su época dorada y comienza una etapa calificada como "caleidoscópica" debido al colorido que imprimirá a su obra.

De dicha etapa es representativo este retrato, muy fauvista y en el que Adele aparece de pie, vestida con un ceñido modelo medio tapado por una larguísima estola, tocada con un gran sombrero circular y situada delante de una especie de decorado adornado con flores y dibujos orientales. Un retrato elegante, más alegre y colorista que el primero, pero también con una, tal vez, menor sensualidad en la expresión de Adele.

No sabemos si este cuadro fue pintado en su estudio en el número 21 de la Josefstädter Strasse en Viena, donde pintó un gran número de sus cuadros y donde muchas de sus modelos debieron ser amadas por este hombre que nunca se casó pero que tuvo 14 hijos conocidos.

Este retrato siguió la misma trayectoria que el primero en cuanto al litigio entablado entre los herederos de Ferdinand Bloch-Bauer, ya que, estaba dentro del lote de los cuadros reclamados al gobierno austríaco y que fueron entregados en junio de 2006 a la heredera María Altman.

Esta, subastó el cuadro en noviembre de ese año a través de la casa Christie's siendo adquirido por teléfono por un comprador anónimo en 88 millones de dólares por lo que hasta hace poco ha estado, al igual que el primer retrato, en la lista de los diez cuadros más caros del mundo

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